Una buena defición de sed, aunque "pelín" exagerada, pero muy gráfica, es esta: "La sed: animalado tragar toda la mina de sal". No toda sed es de sal, de hecho, hay una sed desalada de la que se puede decir lo siguiente: "La sed desalada, mal llamada la sed de sal". Lo mejor para apagar tanta sed es "rebeber". Saludos.
¡Cuánto inspira el mar!
ResponderEliminarLo que no nos llega desde la tierra nos llega desde el mar. La sal, lo salino, siempre de allí viene...
Ya sabes,amiga siempre que te veo, vengo.
Besicos
Así es, Cabopá. El mar es una fuente inagotable de inspiración.
EliminarSabes que eres bien recibida siempre :-)
Un beso.
Para quitar la sed, nada mejor que una cervercita, Mj.
ResponderEliminarSalu2, jajaja.
¡¡Arriba la birra!! :-)
EliminarUn abrazo, Dyhego.
Sólo la sal del mar y de la vida son las que no me asolan.
ResponderEliminarDisfruta del mar y de la vida, Sergio :-)
EliminarUn saludo.
La mar salada apaga muchas sedes. Para otras, prefiero un refresquito sin sal.
ResponderEliminarGenial, MJ !!!
Un besazo !!!
:-)
EliminarOtro para ti, guapa.
MJ, en mi opinión, dispone este palíndromo de poesía por esa imagen de la sed golosa de sal, ahí radica la metáfora y la belleza del mismo.
ResponderEliminarUn abrazo, Artista.
Una opinión muy sabia la tuya, Nicolás :-)
EliminarUn abrazo.
Una buena defición de sed, aunque "pelín" exagerada, pero muy gráfica, es esta:
ResponderEliminar"La sed: animalado tragar toda la mina de sal".
No toda sed es de sal, de hecho, hay una sed desalada de la que se puede decir lo siguiente:
"La sed desalada, mal llamada la sed de sal".
Lo mejor para apagar tanta sed es "rebeber".
Saludos.