excelente trabajo, MJ. No creo que Adán haya sido ecologista, mas bien Dios les había prohibido también el fuego. De ahí el aburrimiento de Adán en el Paraíso, jeje. Por cierto tu microrrelato anterior tiene tanto sentido y con un final sugestivamente arrebatador. Como decís en España, ¡qué pedazo de palindroamor¡ Un abrazo.
eso esperamos todas las 'Evas' de nuestros 'Adanes' ;-) Un abrazote.
perro rojo,
demasiado aburrimiento en el Paraíso, sí. Por eso pasó lo que pasó ¡jeje! La parte que más me gusta del microrrelato anterior es el final esperanzador y positivo. Gracias por venir. Un abrazo.
Es Adán quien habla? Podría serlo. Lo cierto es que la sal nos asa a todos las alas.
ResponderEliminarUn beso grande
Sí, son Adán y Eva ¿en el paraíso?
ResponderEliminarMe encanta verte cada día por aquí, Patricia.
Un besote.
Espero que este Adán además de ecologista colabore para asar.
ResponderEliminarBesotes.
excelente trabajo, MJ. No creo que Adán haya sido ecologista, mas bien Dios les había prohibido también el fuego. De ahí el aburrimiento de Adán en el Paraíso, jeje. Por cierto tu microrrelato anterior tiene tanto sentido y con un final sugestivamente arrebatador. Como decís en España, ¡qué pedazo de palindroamor¡
ResponderEliminarUn abrazo.
Elysa,
ResponderEliminareso esperamos todas las 'Evas' de nuestros 'Adanes' ;-)
Un abrazote.
perro rojo,
demasiado aburrimiento en el Paraíso, sí. Por eso pasó lo que pasó ¡jeje!
La parte que más me gusta del microrrelato anterior es el final esperanzador y positivo.
Gracias por venir.
Un abrazo.
Adán ecologista, que no vegetariano... Buenísimo, Mj. Un beso.
ResponderEliminarExacto!!
ResponderEliminarUn besazo, Sara.