Muy bueno MJ, nunca deja uno de sorprenderse, no sé si más por la dificultad de hacer esto para cualquier humano, o por ver que no tienes límites. Besitos.
MJ, como debe ser, el roce en un seno siempre debe ser con ternura siempre, y si se acompaña con un melocotón, gloria bendita añado yo. Muy bueno, me encantó. Un abrazo Artista.
Mira que siempre lo intento, a ver si encuentro si te has despistado, pero no... siempre están perfectos, solo puedo decir: genia superlativa, es que ya no me quedan expresiones, jajaja
Esos melocotones son una tentación. ¡Cómo para resistirse el romano! A saber qué vio en ellos!!! Dulce, carnoso, sabroso y tierno palíndromo. Muchos besos, MJ. Y gracias por la felicitación de ayer. Más besos!!!
¡Genial! Esos melocotones parecen de la huerta murciana, ricos muy ricos los de por aquí.(Cieza, Abarán, Alguazas,Blanca, Archena, Jumilla, Yecla etc...) todos estos pueblos son productores de esa fruta tan perfecta y exquisita. Besicos.
Procuro revisarlos antes de su publicación, pero no descarto que alguna vez me equivoque (soy humana :-) Cuando eso ocurra me encantará que me lo hagas saber, Elysa.
Como la piel suave del melocotón eran los senos?? o dulces como el fruto?? Tendríamos que preguntarselo al que los tocó... Si es que.. los hay de atrevidos..!!!
Buenisima entrada nena... Como siempre, no sé ni para que te lo repito... si ya lo sabes...
Muy bueno MJ, nunca deja uno de sorprenderse, no sé si más por la dificultad de hacer esto para cualquier humano, o por ver que no tienes límites.
ResponderEliminarBesitos.
En la mirada amorosa está la clave, de lo contrario difícil que lograra ambos cometidos, ja ja.
ResponderEliminarGran palíndromo
Bravo!!!!
MJ, como debe ser, el roce en un seno siempre debe ser con ternura siempre, y si se acompaña con un melocotón, gloria bendita añado yo.
ResponderEliminarMuy bueno, me encantó.
Un abrazo Artista.
Además de romano, romántico y mimoso.
ResponderEliminarEstupendo.
Un abrazo.
Excelente combinación de lo frutal y carnal.
ResponderEliminarAbrazos y saludos afectuosos!
Los melocotones serían compartidos imagino. La textura de estos puede recordar vagamente los senos. Eso si, sin pelusilla por favor. Un beso
ResponderEliminarMJ, esos melocotones son una provocación...
ResponderEliminarSaludos.
Vaya, qué palíndromo más nutritivo y sensual. Y, vaya: me han entrado ganas de comer melocotones, jo :)
ResponderEliminarUn abrazo
Mira que siempre lo intento, a ver si encuentro si te has despistado, pero no... siempre están perfectos, solo puedo decir: genia superlativa, es que ya no me quedan expresiones, jajaja
ResponderEliminarBesitos
Esos melocotones son una tentación. ¡Cómo para resistirse el romano! A saber qué vio en ellos!!!
ResponderEliminarDulce, carnoso, sabroso y tierno palíndromo.
Muchos besos, MJ. Y gracias por la felicitación de ayer.
Más besos!!!
Dulce, dulce...Me encantan los melocotones.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Nos has tentado con tu juego de melocotones dulces y de romanos juguetones.
ResponderEliminarEs lo que pasa con los romanos, a dos manos. Sigo pensando si tus hemisferios cerebrales están bien colocados.
ResponderEliminar¡Genial!
ResponderEliminarEsos melocotones parecen de la huerta murciana, ricos muy ricos los de por aquí.(Cieza, Abarán, Alguazas,Blanca, Archena, Jumilla, Yecla etc...) todos estos pueblos son productores de esa fruta tan perfecta y exquisita.
Besicos.
Gracias por seguir sorprendiéndote, Enmascarado. Yo, por mi parte, seguiré intentándolo cada día.
ResponderEliminarUn abrazo.
Complicado hacer ambas cosas a la vez; supongo que primero comió los melocotones para dedicarse después al arte amatorio. Así lo creo, Patricia :-)
ResponderEliminarUn beso grande.
Bien dicho, Nicolás.
ResponderEliminarGracias por estar ahí siempre.
Un abrazo.
Un romano muy amoroso :-)
ResponderEliminarGracias, Sara.
Un besote.
Mil gracias, Antonio. Me siento feliz si te ha gustado :-)
ResponderEliminarUn beso.
¡Fuera pelusilla! :-)
ResponderEliminarUn abrazo, Karras.
¿Verdad que sí, Dyhego? ¡Jeje!
ResponderEliminarUn abrazo.
Ximo, ¿a qué esperas para comerte un par de melocotones de Calanda? ;-)
ResponderEliminarAbrazos.
Procuro revisarlos antes de su publicación, pero no descarto que alguna vez me equivoque (soy humana :-) Cuando eso ocurra me encantará que me lo hagas saber, Elysa.
ResponderEliminarUn besito.
Dan ganas de hincar los dientes en ellos ¿verdad, ATENEA?
ResponderEliminarGracias a ti por ser como eres.
Un besazo.
Aprovecha y degústalos, Rosa.
ResponderEliminarBesos.
En cualquier caso, se trata de una tentación inofensiva ¿no crees, Goyo? ;-)
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Jaja! Pues nunca me lo había planteado. Un día de estos iré a hacerme un scaner para ver si mis hemisferios están en su sitio.
ResponderEliminarUn abrazo, Ximens.
Desconozco su procedencia, Cabopá, pero bien pudieran ser de la huerta murciana ¡ya lo creo!
ResponderEliminarUn beso, maja.
No me extrañaría que así fuera.
ResponderEliminarGracias a ti por venir a visitarme, Daniel. Siempre es un placer recibirte.
Un abrazo.
Como la piel suave del melocotón eran los senos?? o dulces como el fruto??
ResponderEliminarTendríamos que preguntarselo al que los tocó...
Si es que.. los hay de atrevidos..!!!
Buenisima entrada nena...
Como siempre, no sé ni para que te lo repito... si ya lo sabes...
Besitos mediterráneos.
Como la piel de un melocotón dulcemente maduro.
ResponderEliminarGracias, Gala y no dejes de repetirlo por favor :-)
Un besote.